Leyendas

El dragón Graoully, San Nicolás, la liebre de Pascua son algunas de las leyendas emblemáticas de la ciudad de Metz y de la región de Lorena. Pero, ¿conoces las de San Arnulfo, Mademoiselle de Turmel o Pierre Perrat? 

El dragón Graoully

En el siglo III, un monstruoso dragón con un apetito feroz diezmaba la juventud de Metz. San Clemente salvó la ciudad del monstruo y de las serpientes, que vivían con él en el antiguo anfiteatro romano, ahogándolos en el río Seille.

Leer la leyenda completa del Graoully (en francés)

Librito interactivo «Figures de Metz» de las Bibliotecas-Mediatecas de Metz

Les Carmes

Después de la Revolución, las iglesias sufrieron momentos muy oscuros. Transformadas unas y destruidas otras, la iglesia de «Les Grand-Carmes» no escaparía a esta realidad. Sus piedras de Jaumont, fuertes y robustas, fueron el objeto del interés comercial del Sr. Carmes, un pequeño empresario, que acabaría dándose con un canto en los diente

San Arnulfo

Abuelo de Carlomagno, San Arnulfo aceptó el puesto de obispo tras haber encontrado milagrosamente, el anillo que había lanzado al río Mosela.

Guillermo II en la portada de la catedral

Hace 800 años que la catedral de Metz ilumina la ciudad. Detrás de cada detalle hay una historia y una anécdota. Hoy nos detenemos ante la estatua de Guillermo II. Situada en la portada oeste del edificio, esta escultura  nos cuenta un episodio turbulento de la historia de Metz.

Pierre Perrat

La construcción de una catedral es una obra tan extraordinaria, que a menudo se ve como la obra del diablo. Así, su arquitecto, Pierre Perrat, habría vendido su alma al demonio para lograr el éxito en su obra de Metz. No obstante, su alma se salvó, pues permanece en la catedral por toda la eternidad y allí se puede descubrir su epitafio.

El acueducto entre Jouy-aux-Arches y Ars-sur-Moselle en la época de Noé

Esta historia explica la construcción del acueducto entre Jouy-aux-Arches y Ars-sur-Moselle, remontándola a la época de la Biblia, después del Diluvio en el que Noé con su arca salvó no solo a los animales de la creación, sino también a su familia.

François Rabelais en Metz

Rue Rabelais, Maison Rabelais… ¡La ciudad de Metz celebra de numerosas maneras a ese famoso escritor y médico por su gusto por la palabra, las bromas y la buena comida!

Pero, ¿sabes cómo llegó a Metz y a qué se dedicó durante su paso entre 1946 y 1947?

Un nombre, una calle: En Fournirue

Es uno de los ejes más recorridos del centro de Metz para llegar a la catedral, la rue Taison o la colina Sainte-Croix. Pero esta antigua vía romana llamada Decumanus Maximus también era un lugar estratégico.

¿Quién residía en ella y quién trabajaba aquí?

La enfermedad de Luis XV en Metz

En 1744, Luis XV, apodado «el bien amado», visitó Metz acompañado de su favorita, Madame de Châteauroux. Después de una bonita velada en el Duc de Richelieu, el rey pasó la noche en una agradable compañía, y... lo encontraron por la mañana «escupiendo sangre del agotamiento». Algo más tarde, la reina María Leszcynska llegó a Metz y se deshizo de la curiosa construcción de madera situada entre la Abadía de Saint-Arnould y el hotel de la Haute Pierre, residencias que habían acogido al rey y a su favorita tiempo atrás. Una semana después, Luis XV el rey se recuperó. ¿Milagro o realidad?

Mademoiselle de Turmel

La campana de la catedral llamada Mademoiselle de Turmel es también la protagonista de una leyenda. Una noche, Anne Turmel esperaba en vano a su prometido. En recuerdo del joven asesinado por bandidos y para evitar ataques nocturnos, se fundió una campana, que anunciaría un toque de queda fijado a las diez de la noche. Se dice que Mademoiselle de Turmel tiró su anillo de esponsales al bronce líquido de la campana…

En la ladera de Ancy hace 100 años...

En la cima de la ladera, entre los pueblos de Ancy y Gorze, se erige una cruz muy especial. Esta cruz está dedicada a San Clemente, que salvó a Metz del monstruoso dragón Graully. Las generaciones de campesinos que han peregrinado hasta aquí se han postrado ante ella.

En concreto, es gracias a este lugar tan simbólico, que el Comandante Lalance decidió visitar los alrededores..

La prometida de la muerte y la burla de Moince

En esta leyenda se habla tanto de amor con una gran "A" como de venganza. Un reino, dos señores, una joven llamada Isabelle y unos esponsales, que no terminan tal como estaba previsto. Y, cuando los celos aparecen, la pasión puede fácilmente acabar mal...

La bruja desaparecida que vivía en Corny

Érase una vez en Corny una viejecita, que se llamaba Marguerite Friule. A la vez extraña y discreta, la mujer, acompañada de un gato negro y una cabra con cuernos, era temida por los habitantes del pueblo. Pero, ¿por qué? ¿Acaso era una bruja? ¿Qué destino le esperaba? ¿Escaparía a dicho destino?

El acueducto de Jouy-aux-Arches

El pequeño municipio de Jouy-aux-Arches, situado a orillas del Mosela y al sudoeste de Divodorum (la actual Metz), aún alberga los vestigios de un imponente acueducto. ¡Esta obra, que en aquel momento alimentaba con agua las termas, también fue el escenario de una historia poco común! ¡Se dice que el azar hace bien las cosas!

El Mont Saint-Quentin

El Mont Saint-Quentin, lugar emblemático situado en la encrucijada de los municipios de Vaux, Scy-Chazelles, Sainte-Ruffine y Lessy, ha desempeñado varias funciones fundamentales con el paso del tiempo. Esta antigua «colina» forma ahora parte del perímetro Natura 2000 de las Pelouses del Pays Messin y, todos los veranos, la cruzan pequeñas manadas de...

El espantapájaros imaginario

Normalmente, la avaricia no se puede controlar. Théophile, enamorado de Lisa, quería saber si ese amor le iba a traer algún provecho. Para saberlo, decidió observar en secreto a su futura prometida cuando esta debía trabajar en la tierra. Para ello, se disfrazó de espantapájaros y rápidamente se tranquilizó. Pero, en ese momento, ¡una mosca se le paró en la nariz y el joven no pudo evitar estornudar! Sorprendida, Lisa se sintió engañada, por lo que se casó con otro hombre. Ser avaro no es un crimen pero, de la noche a la mañana, puede traerte muchos problemas.

El duende

Hace mucho tiempo, cada noche en la aldea de Woippy, un duende tenía la costumbre de mover o hacer desaparecer objetos como, por ejemplo, la avena de los caballos del padre Clément. Así que, para estar seguro, este decidió pasar la noche en el establo... 

El hombre del mojón

Érase una vez, un joven que vivía en el pueblo de Châtel. Cada noche, escuchaba a los viejos narrar historias de aparecidos de color blanco, de monjes despistados y de señores malditos del valle de Montvaux. A la larga, esto terminó por irritarle, porque se sabía que los fantasmas no existen. En fin, ¿tan seguros estamos de eso?

El hada narradora de cuentos, Dorothéa, y los hermanos Grimm

Hace no mucho en nuestros campos era habitual congregarse alrededor de la chimenea durante las largas noches de invierno. En estos momentos se podían escuchar esos cuentos y leyendas, que hoy se leen en los libros.

Pero, ¿sabías que gran parte de las famosas historias transcritas por los Hermanos Grimm se las debemos a Dorothéa Viehmann?

San Nicolás

San Nicolás, patrono de Lorena, es especialmente querido por los niños. Al parecer, resucitó a tres niños pequeños, asesinados por un carnicero, que los mantenía encerrados en un saladero.

En toda Lorena se celebran a principios de diciembre muchos desfiles en su honor.

La liebre de Pascua

El día de Pascua, los niños van a la búsqueda de huevos de Pascua, escondidos en los jardines por la liebre. Este conejo imaginario, símbolo de vida y resurrección en las primeras mañanas de primavera, es una tradición que se remonta al siglo XVI.